
22 Jun Recomendaciones para pacientes con enfermedad arterial periférica
Realizar ejercicio todos los días así:
- Si tiene claudicación (dolor, malestar, calambres o adormecimiento de las piernas siempre que camina): durante 40 minutos camine en un lugar plano puede ser una cancha de la siguiente forma: camine a una velocidad normal a la cual se sienta cómodo, cuando empiece el dolor, malestar o molestia en la pierna no pare sino que continúe caminando hasta que ya no pueda más luego pare y descanse hasta que la molestia o el dolor se mejore completamente una vez esto suceda continúe caminando con las mismas recomendaciones hasta que complete 40 minutos en total.
- Si no tiene claudicación: puede realizar cualquier actividad física recomendando ejercicio de intensidad moderada durante mínimo 40 minutos todos los días 5 veces a la semana.
Debe Mirarse todos los días lo pies para comprobar que no haya lesiones, peladuras, llagas, ampollas. En caso de ser así consultar al Internista vascular o médico tratante.
Evite cortar las uñas, es mejor limarlas, si utiliza cortaúñas solo podrá cortar la parte superior. Nunca se corte las uñas por los lados.
Evite cortar los callos usted mismo, se debe acudir al médico que lo trata cuando sea necesario.
Evite sumergir los pies en agua caliente o fría ya que como su sensibilidad puede estar disminuida puede lesionarse sin darse cuenta.
Use calzado cómodo con punta ancha, con suela de goma y poner algodones en las zonas donde crea que puede rozar.
Si va a estrenar unos zapatos nuevos, mejor que no sea un día que tenga que caminar mucho.
Use medias de algodón, entre menos costuras tengan mejor, existen medias para diabéticos que no tienen costuras y evitan que salgan lesiones en los pies para evitar las marcas.
Lavar, secar e hidratar muy bien la piel de los pies. No aplicar crema entre los dedos, ya que se podría favorecer el crecimiento de hongos y dañar la piel. Tampoco está indicado el uso de polvos de talco en abundante cantidad.
NUNCA camine descalzo.
Revise con la mano el interior de los zapatos para ver si hay rugosidades, imperfecciones o algún objeto que puedan lastimar el pie antes de colocárselo.